Cada uno de las actitudes o decisiones que
representan una inadecuada gestión, tienen su efecto en el desempeño de los
equipos de trabajos, y por ende, de toda la organización. Este tipo de
situaciones, hace referencia a la necesidad de optimizar el desempeño de los
líderes de la organización a través de la formación académica.
Y si bien es cierto que un programa MBA, por
ejemplo, no alcanza a modificar totalmente las conductas de las personas, sí
apoya de modo significativo el desarrollo de competencias que permitirán
contribuir al mejoramiento de los resultados.
En este sentido, se exponen a continuación
algunos de los síntomas que indican la necesidad de una intervención en
capacitación para nuestros Gerentes, Jefes y líderes de procesos:
1. Existe poca planeación del trabajo que
realizan con los equipos de trabajo.
2. Casi nunca se reúnen con personas del
equipo para organizar el trabajo.
3. No se caracterizan por ser puntuales y
cumplidos en sus compromisos con clientes internos y externos.
4. Pocas veces evalúan los resultados de su
trabajo y el de su equipo.
5. Hace mucho que no toman un curso de
actualización sobre los temas relacionados con su trabajo.
6. No establecen relaciones con personas de
otras áreas o empresas para hacer mejor su trabajo
7. Se les percibe como muy estáticos y no
desarrollan alternativas para satisfacer la necesidad de sus clientes.
8. Sus decisiones no son rápidas y en
ocasiones tampoco son acertadas.
9. Hacen un inadecuado manejo de los
conflictos que se presentan con clientes y compañeros de trabajo.
10. Los llamados de atención los hace en
público sin medir las consecuencias de ello.
11. Pocas veces reconocen en los demás el
trabajo bien hecho.
12. Su trabajo no necesariamente sirve como
ejemplo a los demás.
13. Casi nunca enseñan a los demás sus
conocimientos.
14. Sus tiempos de trabajo dependen más de
los horarios que de los resultados.
15. No siempre mantienen buenas relaciones
con sus compañeros
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